¡Qué orgullo me hace sentir el papá del pequeño Ozzie, quien tiene síndrome de Down! Harto de la gente que usa el epíteto de "retrasado" como un insulto, Daniel Niblock está exigiendo una disculpa a la comentadora política Ann Coulter.
"Gracias Ann", escribe. "Me acordaré de esto cuando un día martes cualquiera al regresar del trabajo encuentre a Ozzie llorando".
El diseñador gráfico se refiere a una serie de tuits publicados por la controvertida conservadora, quien dijo que el presidente Barack Obama está buscando el "voto de los retardados". De igual manera, le recuerda en un editorial que escribió para el site Moms (mamás) del Today Show de la cadena NBC, que octubre es el mes del Síndrome de Down, lo que lo hace el momento perfecto para que pida disculpas por sus comentarios llenos de odio.
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Yo me sumo a la demanda de las disculpas. ¡Hasta cuándo vamos a seguir usando características, sobre las que las personas no tenemos ningún control como insulto! Usar la palabra "retardado" con la intención de ofender es imperdonable.
Quizá pienses que es apenas una palabra, pero sólo imagínate que tu hijo tuviera una minusvalía y que los otros chicos usaran ese problema como burla o agresión. Me da igual el epíteto que usen. Todos están mal. Bien lo dijo Ghandi:
Mantén tus pensamientos positivos,
porque tus pensamientos se convertirán en tus palabras.
Mantén tus palabras positivas
porque tus palabras se convertirán en tus acciones.
Mantén tus acciones positivas
porque tus acciones se convertirán en tus hábitos.
Mantén tus hábitos positivos
porque tus hábitos se convertirán en tus valores.
Mantén tus valores positivos
porque tus valores se convertirán en tu destino.
A mí el tema de las agresiones basadas en nuestras limitaciones me ofende de manera particular. Siempre fui una persona pequeña. De niña jamás salí del puesto de la primera de la fila. De adulta, difícilmente mido metro y medio y los chistes sobre mi estatura abundaron y abundan. Algunos son graciosos. Otros muy hirientes.
Hace seis años nació una personita que aunque no la veo mucho, porque vive en España, cambió mi vida para mejor: Mi sobrina Lucía, quien vino a nuestro mundo con Síndrome de Down.
Lucía está tan llena de luz, que a los tres minutos de estar con ella, sino antes, se te olvida completamente su minusvalía y te enamoras de esa personita tan radiante. Ella me ha enseñado que somos quienes somos más allá de las limitaciones de nuestros cuerpos.
Por ella, y por todos los niños que tienen alguna limitación le exijo a esta mujer que se disculpe y que entre todos dejemos de usar ese término tan ofensivo. En inglés los niños usan "retard" como nosotros usaríamos "bobo" o "tonto". ¡Basta! No lo hagamos más. Que nuestras palabras no empañen nuestro destino y el destino de nuestros chiquitos.
Imagen vía Thinkstock