A mí me encanta el otoño, sin querer menospreciar otra época del año creo que es mi estación favorita. No sé si será por el clima moderado, las bufandas ligeras o las deliciosa torta de calabaza que para esta época se hace presente en nuestra cocina. Lo que si no me gusta es que con la llegada de estos aires fríos, mis manos se vuelven un desastre en cuestión de días. La resequedad hace estragos, al punto de que no es sólo una cuestión estética sino que realmente se hace molesto.
En un mundo ideal podría usar cremas costosas, guantes y no saber lo que es lavar un plato, pero la realidad es que las mamás tenemos mucho más de que preocuparnos -y ocuparnos- como para dedicarle tanto tiempo y recursos a la lozanía de nuestras manos. Sabiendo que a muchas de ustedes les pasa igual, me propuse buscar alternativas naturales, que resultarán realmente efectivas sin tener que romper la alcancía.Estas fueron las cuatro que más me gustaron:
Mascarilla de papa, leche y miel: Deja hervir una papa (patata) hasta que esté súper suave. Tritúrala y mezclála con dos cucharadas de leche, con dos de aceite de oliva y dos cucharadas de miel. Debes untártela y dejarla actuar por un 15 minutos antes de retirarla con agua tibia.
Mascarilla de aguacate y yogurt: Necesitas el puré de un aguacate pequeño, el jugo de 1 limón y media taza de yogurt natural. Mezcla todo los ingredientes, aplícala uniformemente y déjala actuar por lo menos 10 minutos.
Mascarilla de avena: Mezcla parte iguales de avena (no instantánea), jugo de limón, azúcar y aceite de oliva. Aplícala con masaje durante 5 minutos y enjuágalas.
Mascarilla rápida de azúcar y limón: La más fácil pero no menos efectiva. Exprime el jugo de medio limón sobre 2 cucharadas de azúcar y date masaje en las manos durante algunos minutos. Enjuaga con agua tibia.
Utiliza alguna de estas mascarillas, o mejor aún la combinación de varias de ellas, al menos dos veces en la semana para que veas los resultados. No tienen efectos secundarios, son rápidas de preparar y lo mejor de todo, los ingredientes ya están en tu cocina.
Imagen vía scandinavianblush/Enriqueta Lemoine
