Aún recuerdo con bastante claridad, uno de los días más vergonzosos de mi vida. Aunque sólo tenía 5 años de edad e iba en el kínder, nunca voy a olvidar el día en el que terminé haciéndome pipí en el uniforme, debido a que la profesora no me dejó ir al baño. Recuerdo, como si fuera ayer, la humillación que viví, cuando luego, tuve que levantarme a hacer unos ejercicios en el pizarrón y todos mis compañeros se burlaban de mí, debido a mi pequeño "accidente". Por eso, cuando leí el caso de Leslie y Eric Noyes, un matrimonio de Arizona, que está demandando a la antigua escuela de su hijo, por haberlo sometido a severos abusos y humillaciones, me sentí identificada con el pequeñito de 7 años.
Según un informe del Huffington Post, la pareja se encuentra en una batalla legal contra la escuela primaria, Desert Sage Elementary School, tras acusarla de agresión y violencia, falso encarcelamiento, negligencia grave frecuentemente, así como daño emocional causado a su hijo, que cursaba el segundo año de primaria, en dicha escuela.
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Y es que, entre las vejaciones a las que sometieron a este pequeño, se encuentran, el haberlo encerrado en una habitación sin ventanas (de 5×5 pies), el haberlo alimentado con paquetes de comida con azúcar, sabiendo que el niño sufría de severas alergias a la comida (por lo que no podía comer cualquier cosa) y hasta prohibirle ir al baño, razón por la cual, se orinó, en dos ocasiones, en los pantalones y hasta lo obligaron a cambiarse enfrente de los profesores. Todas estas atrocidades las cometieron, con el pretexto de que el niño, "estaba fuera de control", razón por la cual, lo colocaban en un cuarto de aislamiento, con una frecuencia de cuatro veces por semana, durante un periodo de más de cuatro meses.
Aunque, desafortunadamente, los padres del pequeño se percataron un poco tarde de lo ocurrido; y el pequeño tendrá que recuperarse de todo el daño psicológico que le causaron; la buena noticia es que ya están tomando acciones legales, para que se haga justicia y los responsables de tan infame conducta, no vuelvan a incurrir en dichos actos, en contra de ningún otro niño. No obstante, la misión no será sencilla, pues, lamentablemente, hasta la fecha, no hay leyes que regulen el uso de los cuartos de aislamiento o restricción en las escuelas de Arizona, de acuerdo al Departamento de Educación.
No entiendo, cómo es que posible que no se hayan regulado, hasta el momento, este tipo de crueles prácticas, en las escuelas. Está claro que ésta no es la forma de criar a ningún niño. Encerrarlo en un cuarto y tratarlo, peor que a un animal, es algo que debería ser castigado con todo el rigor de la ley, en lugar, de ser visto como una técnica común para "controlar" a niños con necesidades especiales, como se hace en varios estados. En definitiva, es tiempo de que se hable más sobre este asunto y se regule este controversial método, antes de que más niños sigan sufriendo.
Imagen vía Thinkstock
