A las embarazadas se les dice que tienen que cuidar todo lo que se llevan a la boca, los olores a los que se exponen e incluso algunas cremas que se ponen en la piel. No es de extrañar entonces que la mayoría se muestre renuente a todo lo que tiene que ver con vacunas. Además todo el debate que se ha dado alrededor de las vacunas y los niños no ayuda mucho a la hora de tomar la decisión ya que el miedo a que los efectos secundarios sean peores que la enfermedad nos frena. Ahora que el invierno se acerca y comienza la temporada de narices rojas, llega la hora de preguntarse ¿Es de verdad seguro ponerme la vacuna de la influenza si estoy embarazada?
No sólo es seguro sino que además es recomendable. La respuesta está avalada por múltiples estudios incluyendo uno recientemente publicado por la Universidad de Texas (Dallas), que reafirma que vacunarse contra la influenza en el primer trimestre del embarazo no representa ningún peligro para mamá o bebé y además fortalece el sistema inmunitario de la criaturita. Esto es especialmente importante porque los niños no reciben este tipo de vacuna hasta después de los 6 meses de edad, dependiendo totalmente de los anticuerpos que reciben de la madre para mantenerse sanos.
Para decirlo en resumen: los bebés recién nacidos de madres que obtuvieron la vacuna son menos propensos a contraer la influenza o en caso de enfermarse no presentan un cuadro de gravedad que requiera hospitalización.
De más está decir que la influenza puede ser realmente grave en mujeres embarazadas ya que tiende a complicarse. ¿Recuerdan la escalofriante pandemia de virus de la Gripe A (H1N1) en el 2009? Aunque fue un caso extremo que esperamos no se repita, en esa oportunidad una gran cantidad de víctimas fatales fueron mujeres embarazadas.
Lo mas importante en este caso es hablar con tu médico y comunicarle si tienes alguna duda el tema. De acuerdo al Centro para el Control de Enfermedades (CDC.gov) es preferible la inyección que el spray en caso de embarazo y puede aplicarse durante cualquier semana de gestación. Además aclaran que los efectos secundarios suelen ser leves como ardor en la zona de la inyección, dolor de cabeza o nauseas – nada que una embrazadas no conozca de antes-.
Así que ya saben, si tienen un pastelito en el horno, ha llegado la hora de ponerse la vacuna de la influenza porque la temporada de gripe está de vuelta.
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Imagen vía Thinkstock