No puedo creer hasta dónde pueden llegar los celos de un padre. Y es que, a pesar de que se sabe que muchos hombres son sumamente celosos y sobreprotectores con sus hijas, creo que todo tiene un límite. Pero al parecer, a un hombre de 52 años, de origen alemán, los celos lo llevaron a la locura, al grado de que decidiera acabar con la vida del novio de su hija, como dice un informe del NY Daily News.
Según este reporte, los hechos tuvieron lugar en la ciudad de Colonia, en Alemania; allí, un hombre aparentemente forzó al novio de su hija a que lo llevara hasta su apartamento el lunes pasado, y una vez estando ahí, comenzó a regar gasolina por todo el suelo. Según las autoridades, el combustible se evaporó causando una potente explosión que expulsó al joven de 17 años por la ventana de un cuarto piso, lo que le provocó una muerte instantánea.
De acuerdo a la investigación, el sospechoso también resultó herido en la explosión y actualmente se encuentra en un coma inducido. Según esta fuente, el hombre había amenazado previamente al novio porque no estaba feliz con la relación que sostenía con su hija. Y mientras las averiguaciones en torno al tema siguen en pie para tener más datos sobre las causas de este brutal crimen, me pregunto ¿qué es lo que este hombre estaba pensando?
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Entiendo que este padre, probablemente, lo único que quería era lo mejor para su hija, como todos los padres. Tal vez no le gustaba la relación porque sentía que era perjudicial para su niña, o simplemente se trataba de un padre sobreprotector; lo cierto es que si tanto la quería, debió recurrir primero al diálogo en lugar de atentar contra la vida de su novio. Aunque no sabemos exactamente cuáles eran sus razones para odiarlo, nada justifica un acto tan brutal como éste. Ahora su pobre hija deberá estar sufriendo enormemente, no sólo por la pérdida de su novio, sino por la salud de su padre y por el daño que éste le hizo a una persona a la que ella quería.
Éste, sin duda, es un caso que le deja una lección muy grande a los padres celosos, pues es un ejemplo, de que la violencia no lleva a nada bueno y que es mucho mejor hablar con los hijos y guiarlos en su camino, en lugar de querer controlarlos utilizando la fuerza y la violencia.
¿Qué opinas sobre lo que hizo este padre?
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Imagen vía Thinkstock