El otro día subí una foto a Facebook de mi hijo Santiago imitando a mi esposo mientras que cortaba el jardín. En la foto, se ve a mi hijo de casi 3 años jugando con una podadora de juguete que solía ser de su hermana mayor Vanessa. Como es de esperarse, muchos de los juguetes con los que juega Santiago hoy en algún momento le pertenecieron a su hermana. Esto significa que algunas cosas son de colores generalmente asociados con niñas. Este es el caso de la podadora de juguete.
De mis amigos y familiares que dejaron un comentario acerca de la fotos, todas las mujeres dijeron cosas como qué lindo se veía Santiago mientras que los hombres querían saber ¿qué onda con la podadora rosada?
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La verdad a mi esto me causó mucha risa. Primero porque antes de subir la foto ni siquiera me cruzó por la mente que alguien se fijaría en su color. Y segundo porque obviamente son los hombres los que tienen un problema con esto. Todo esto me hizo cuestionar qué tanta importancia le dan otras mamás a este tema.
A mi realmente me importa un bledo si mi hijo quiere jugar con muñecas o si usa los juguetes rosados o morados de su hermana mayor. La verdad no entiendo cómo dejarlo hacer esto podría afectarlo. Pero recuerdo claramente que mi propio papá se molestaba mucho si encontraba a mi hermano menor jugando con mis muñecas.
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Lo que sí no dejaría es que mi hijo salga a la calle con un vestido o alguna otra prenda del closet de su hermana. No tengo ningún interés en que sea el hazme reír de los demás niños y tampoco veo cuál sería el propósito de dejarlo hacer esto.
¿Dejas que tu hijo juegue con muñecas? Comparte tu opinión dejándonos un comentario.
Imagen vía Pink Sherbet Photography/flickr
