5 tratamientos de belleza que te puedes hacer mientras te duchas

Cuando oigo a los empresarios hablar de que el tiempo es oro me muero de la risa, ¡qué saben ellos de lo importante que es el tiempo! Pregúntenle a cualquier madre, ya sea que trabaje fuera de la casa o no, y les dirá cómo no hay nada terrenal que pueda compararse con el tiempo, sobretodo el tiempo para ella misma.

Desde que nacieron mis hijos__, el único lugar donde puedo encontrar ese oasis de soledad es en la ducha__, por lo que me he vuelto una experta en hacerme varios tratamientos de belleza mientras se calienta el agua y estoy bajo ella, para aprovechar. Te cuento mi rutina a ver si te sirve.

1.-Dos veces por semana me pongo una de esas cremas que llaman para un mini-peeling, que quiere decir una exfoliación profunda. Suelen tener ácido glicólico. Ten cuidado por que pueden producir quemaduras. La primera vez que usé la mía decidí que los fabricantes eran unos exagerados y me la dejé por el doble del tiempo recomendado. Quedé más roja que una langosta__. A mí me funciona dejármela por siete minutos. Suficiente para organizar mi ropa y que el agua llegue a la temperatura ideal.__

2.-En la ducha tengo un espejito, que con chupones de succión se pega a las baldosas. Allí aprovechando que el vapor ha ablandado la base de los vellos en las cejas, acabo con cualquier rebelde que haya salido antes de tiempo. También me afeito las piernas y las axilas. Olvídate si eres de las valientes que van a la cera. ¡Yo no puedo!

3.-Todos los días me limpio la cara con una de esas cremas exfoliantes que tienen como piedritas adentro, ayudan a sacar las impurezas más profundas. Sobretodo si las usas todos los días y con fuerza eliminarán esos fastidiosos puntos negros que salen a los lados de la nariz. Si no tienes una puedes hacértela con aceite y azúcar.

4.-Con una esponja vegetal, una de esas duras y color crudo también llamadas luffas, me restriego la barriga, los brazos y los muslos. Esta práctica no sólo acaba con las células muertas, sino que combate la celulitis al incrementar la circulación en esas áreas.

5.-Antes de entrar a la ducha, también me pongo una cremita ablandadora de cutículas, pero si no tienes el acondicionador también funciona. Si no tienes esmalte, antes de salir del agua, empújate las cutículas hacia abajo, verás como las uñas, así no estén de manicure se verán mejor cuidadas.

 Los que saben de circulación recomiendan que no nos bañemos con agua muy caliente. Sé que no es lo mejor, pero a mí me gusta que esté casi hirviendo. Si eres como yo, la mejor recomendación es que respires hondo y, justo antes de salir, cierres el agua caliente y te aguantes todo lo que puedas bajo el agua fría. Después del mal rato verás como te sientes rejuvenecida. ¡Tu piel y tu sistema circulatorio te lo van a agradecer! ¿Te animas?

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