Una madre abochorna a su hija castigándola a través de Facebook ¿Hizo bien o se le pasó la mano?

El impacto de las redes sociales en nuestras vidas, abarca todos los ámbitos, incluyendo la crianza de nuestros hijos. Con toda esa tecnología a su disposición, ya no podemos darnos excusas y decir: "no sé cómo manejar la computadora", porque sino ése aparato que se ha convertido en el tercer brazo de muchos y en la únican neurona que funciona para otros puede arroparnos hasta el punto de dejarnos jugando banca con nuestros hijos, cuyo verdadero "yo" o cuyas travesuras –mejor escóndidas-  quedan al descubierto a través de las redes sociales.

Eso le pasó a la escritora ReShonda Tate Billingsle, quien se tropezó  mientras navegaba en Internet, con unas fotos de su hija Tate, de 12 años, que tildó de inapropiadas. La madre se quedó atónita cuando vio a su "niñita" más feliz que una lombriz, luciendo unas imágenes en Instagram, donde se le veía sosteniendo una botella de alcohol.

La madre, castigó a la niña, obligándola a publicar en su cuenta de Facebook un letrero en el que podía leerse: "Ya que quiero publicar fotos mías sosteniendo licor, obviamente no estoy lista para los medios sociales y me tomaré una pausa hasta que aprenda qué debo y qué no debo publicar. Adiós".

La escritora, envió una careta abierta a My Brown Baby, en la que trató de justificar el castigo al que sometió a la niña diciendo: "mi hija de hecho me suplicó que mejor le pegara, algo que ella hubiese superado muy rápidamente, sin entender la seriedad de sus acciones. Ahora, si ella alguna vez regresa a los medios sociales, pensará mucho mejor antes de hacer algo alocado".

Si la acción de la madre fue descabellada o no, pues no lo sé. No voy a juzgarla, entiendo que se debe haber desesperado y que d__ebe ser traumático ver una fotogrtafía de la "niña de tus ojos", sosteniendo una botella de alcohol en una red social__. Sé que no faltara quien le tire piedras a la madre y diga que si la niña hizo eso, quién sabe cuántas cosas más hará y que seguramente la madre no le presta suficiente atención. Antes de que te unas al grupo de las criticonas, te sugiero que te veas en un espejo.

Todos los padres o por lo menos la mayoría –incluyendo a los nuestros- creémos que nuestros hijos tienen un comportamiento impecable, que no rompen un plato y, vamos  a ser francos: ¿quién no ha roto alguna pieza de la vajilla alguna vez?. A mí me dio por llevarme el carro de mi mamá, cuando ni siquiera soñaba con tener licencia para conducir. Un buen día me vio el papá de una compañera de clases. Yo lo desmentí, hasta que después me veían  a cada rato y en cada esquina. Ya no podía convencer a mi madre que había tantas muchachitas igualitas a mí, manejando –casualmente- un carro igualito al de ella. Así que no juzguemos a esta madre.

Lo que debemos hacer es abrir bien los ojos y ver cómo nos subimos de una vez al autobús tecnológico, porque de lo contrario tendremos una pata rota en la crianza de nuestros hijos.

¿Qué opinas tú? ¿Castigarías a tu hijo de esta forma o te parece bochonorso?

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Imagen vía Rashonda Tate Billingsley/facebook