"Hice una cosa horrible", le dijo en enero Cassandra Ann Kennedy, de 23 años, a la policía. "Tengo que hacer lo correcto". Y así confesó que había mentido cuando acusó a su propio padre de haberla violado tres veces cuando tenía 11 años. Su papá, Thomas Edward Kennedy, siempre negó la acusación, pero igual fue encontrado culpable y sentenciado a más de 15 años de prisión. La semana pasada, después de pasar nueva años encarcelado, fue puesto en libertad a raíz de la confesión de su hija.
La procuraduría del condado de Cowlitz en el estado de Washington dijo no conocer de ningún otro caso igual en el que un niño se retracte una década después. Y yo simplemente no me puedo imaginar como Cassandra se puede haber tardado tanto en confesar la verdad.
No solamente eso, ¿cómo es que se pudo sentar en el estrado, apuntar a su padre y acusarlo de una mentira tan vil y despreciable?
Según el reporte de la policía, Cassandra estaba molesta con su padre porque sentía que él la había abandonado después de divorciarse de su madre ya que solía tomar mucho, fumar marihuana y andar siempre de fiesta. Entonces, decidió vengarse, acusándolo de incesto. Cassandra dice que nunca se imaginó que podrían mandarlo a la cárcel por tanto tiempo y que además realmente no entendía las posibles consecuencias de sus mentiras, lo cual es probablemente cierto. Aún así, sigo sin entender ¿por qué esperó más de 9 años para confesar su mentira?
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Digo, con el pasar de los años, ¿acaso no se daba cuenta que su padre estaba en una celda por su culpa? Por más que hubiese querido vengarse de su padre, me imagino que al crecer un poco tiene que haber sabido que lo que había hecho estaba mal y que su padre no merecía estar encerrado por un delito que no cometió.
Ni el padre ni la hija han hecho declaraciones después de que éste fuese puesto en libertad. Dudo que puedan reanudar su relación.
¿Crees tú que este padre pueda perdonar a su hija?
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