Uno de mis platillos favoritos desde hace ya muchos años es el linguini vongole.
Cada vez que voy a un restaurant Italiano y lo veo en el menú, no puedo evitar pedirlo, es mi favorito de favoritos.
Y el otro día, mi amiga Marisa me contó que por motivo de su aniversario había preparado un linguini Vongole.
Mi reacción inmediata fue "¿De verdad? ¿Sabes hacerlo? No sabes como me gusta, por favor enseñame."
Ella me respondió que era facilísimo y cuando me contó la receta comprobé que por lo menos, si sonaba sencillo, con lo cual sería posible para mi llevarla a cabo un día de estos.
Y ese día llegó ayer por la noche. Pues cuando salí a comprar la cena, me topé con unas almejas y se me prendió el foco. Le puse un text a mi amiga y le pedí que me diera un run- down rapidito en text message con las instrucciones para preparar dicho platillo.
Ella me dijo que sí y procedió a darme la receta en 7 pasos.
Yo la seguí al pie de la letra, sólo la alteré un poquitín añadiéndole algo de picante.
Se las cuento,
- Limpias muy bien todas las almejas y las pones en agua fría durante 20 minutos.
- En un sartén grande pones a calentar aceite de oliva extra virgen y un poquito de ajo (yo le puse shallot que me encanta).
- Pones las almejas a calentarse en el aceite y esperas a que abran todas. Las que no abren, las tiras.
- Pones a hervir el agua y agregas el linguini.
- Sacas las almejas abiertas y las pones en un platón.
- Dejas en el sartén el jugo de las almejas y le pones dos dedos de vino blanco (de preferencia uno seco) y lo dejas calentándose mientras mezclas, alrededor de 5 minutos.
- Una vez que la pasta está lista, la revuelves con las almejas y finalmente con la salsa. Al final añades una taza de perejil picado y chile de árbol picado al gusto.
Les tengo que decir que me puse feliz cuando probé el primer bocado de pasta… llevaba años queriéndola hacer, pero me parecía demasiado sofisticada para mis capacidades, sin embargo ahora les digo con certeza que no hay caída, inténtenlo y verán.
Y no olviden comprar una baguette para acompañarla, porque la salsita que queda en el plato está suculenta.
¡Buen provecho y me cuentan si les queda rica!
