A Martina le acaban de romper el corazón por primera vez.
Tiene once años.
¡Qué coraje! También se me partió el corazón a mí, cuando su mamá -que es mi gran amiga- me lo contó.
Martina llevaba meses hablando de ese niñito de su escuela que le gustaba tanto, y ayer el bruto, le pidió "a la mejor amiga" que fuera su novia. Ella se lo contó a su mamá muy seria, dijo que no se veía muy afectada, pero tampoco se veía contenta y es que a esa edad no sabes ni cómo manejar algo así.
Es uno de esos primeros golpes (y pensar que faltan miles de millones), que van a llegar tanto para Martina como para todos los hijos. Y cómo nos duele a las mamás pensar que esto será inevitable.
Un día los hijos crecen y todas las circunstancias de su alrededor les afectan, para bien y para mal: ¡los amigos, los primeros amores, los triunfos, los fracasos, las peleas!… Y no hay nada que podamos hacer, simplemente darles herramientas, que los ayuden a llevar mejor esto que se llama "la pinche vida".
Qué ganas de darle un zape al niño idiota que no prefirió a la adorada Martina y qué ganas de darle otro a "la mejor amiga", quién no entiende aún el código de las amigas. Ojalá algún día entienda que entre las buenas amigas, eso no se hace.
Me hizo recordar cuando a mí me lo hizo mi amiga P, la burra lo hizo más de una vez. Obviamente seguimos siendo buenas amigas, pero como ven eso no se olvida. De hecho, más doloroso que no gustarle al "chamaco elegido" es el que tú amiga, a quien le confesaste sentir ese "amor profundo y verdadero", se haya quedado con él, sin importarle tu corazoncito.
¡Y a esa edad, uf! Los dramas del corazón son monstruosos.
Le dije a la mamá de Martina, *"*Qué bárbaro ya nos llegó ese momento de la vida que nos habían contado", cuando vemos a nuestros hijos sufrir, por cosas chiquitas o grandotas, que están fuera de nuestro control.
Sólo queda abrazarlos y decirles que todo va a pasar, aunque muy probablemente- como nosotras a esa edad- no lo van a creer.
Por lo pronto le dejo todo mi cariño a todas esas niñitas como Martina a quienes les toca sufrir el mal de amores por primera vez… ya crecerán y sobre todo, se acostumbrarán… porque así es la vida…
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