Si sientes que algunos miembros de tu familia te ahogan, te quedas sin energía cuando estás con ellos, o incluso te pones de muy mal humor cuando sabes que "tienes" que visitarlos, es posible que estés viviendo una guerra interna que te coloca entre la decisión de quedarte, o salir corriendo. Si te sientes entre la espada y la pared porque tu compromiso de lealtad familiar te obliga a tener que soportar a veces "de todo", tienes que leer esto. Quizá así dejes de obligarte tanto y tomes en cuenta que hay muchos factores por los que sería totalmente justificable que cortes lazos familiares ¡ya!.
Más en MamásLatinas: Riesgos terribles de criar hijos demasiado obedientes
Te consta que hacer las cosas más a fuerza que de ganas trae mas desventajas que ventajas. El tema de la familia representa algo que para muchos es intocable y es por ello que cuesta mucho tomar la decisión de poner distancia. Sin embargo, en casos de salud emocional, a veces no tendrás otro camino más que este.
Ser tolerante con la familia, no incluye para nada que permitas faltas de respeto, que permitas humillaciones, o que permitas que te quiten identidad. Existen muchas conductas disfrazadas de amor pero en realidad son conductas insanas que pueden generarte muchos problemas existenciales. Así que toma nota y prepárate para poner distancia si es necesario.
El ambiente familiar se ha convertido en un mundo de quejas, quejas y más quejas.
Esto es sumamente tóxico, si cualquiera de ellos vive lamentándose de lo mal que le ha ido en la vida, de lo difícil que es o de lo harto que está, es posible que a la larga los contamine a todos de esta forma tan pesimista de ver la vida.
Evita engancharte en la queja y de preferencia cambia el tema.
Si tú le das fuerza a la queja, esta crecerá. Pero si tu le das fuerza al optimismo que tu puedes inyectarte e inyectar; el enfoque positivo la contrarrestará. Sin embargo, no puedes estar en esta lucha siempre. Así que lo mejor es que pongas tierra de por medio lo más pronto posible.
Te culpan de todo lo que les ocurre hasta que terminas creyéndolo y con la autoestima por el suelo.
Hay muchos casos de padres y madres que directa o indirectamente culpan a sus hijos de sus desgracias. Dicen cosas como: si no fuera por tu enfermedad, yo no…, si no fuera porque tenía que cuidarte… o si no fuera porque eres mi hija… ¡Qué horror!
No caigas en el chantaje, evita sentir que les debes algo por las molestias que les ocasionas.
Quizá quieras compensarlos todo el tiempo, pensando equivocadamente que les debes algo porque te sientes en deuda con ellos. Cambia la idea, habla contigo misma y convéncete de que no estás en deuda por el hecho de existir. Date cariño y siéntete valiosa.
Te sientes descalificada y minimizada todo el tiempo.
A la larga te vuelves callada y desconfiada, prefieres no confiar por miedo a que te aplasten con las críticas. Te vuelves poco confiada y entonces prefieres pasar invisible. Esto no es saludable. Si vives con miedo a ser desaprobada tendrás muchas cicatrices psicológicas.
Jamás permitas que sus críticas te afecten al grado de renunciar a tus deseos.
Si tienen el mal hábito de hacerte chiquita con comentarios devastadores para tu autoestima, no les des el privilegio ni les permitas que toquen tu amor propio. Si alguno de ellos hace bullying con malas bromas o con humillaciones, aléjate y no quieras demostrarles nada.
Te sientes culpable por no cumplir sus expectativas y te manipulan todo el tiempo y no puedes evitarlo.
Si pasas cada día buscando complacerlos para que no se enojen, para que no se ofendan, para que no se sientan mal; poco a poco te irás despersonalizando y después no sabrás quién eres verdaderamente.
No caigas en chantajes típicos como: “Yo que he dado todo por ti y así es como me pagas”.
Jamás sientas que ser tu misma o seguir tu camino, es traición. El amor de la familia debe estar presente en cualquier decisión que tomes. Así que no te dejes condicionar nunca.
Son abusivos, te meten en problemas graves y te piden ayuda en nombre de la familia.
En una ocasión, una paciente me platicó que su hermana le decía reiteradas veces: “Tienes que aguantar mi mal carácter, no te queda de otra, soy tu hermana”. Evidentemente está por demás decirte que en esta vida nada que atente contra tu salud mental, debe ser tolerado.
Aprende a poner límites, el hecho de que sea familia no significa que pueden abusar de tu confianza.
Si tiendes a sobreproteger a tu familia al grado de solaparles conductas que te podrían meter en problemas, estás teniendo un concepto equivocado de amor. Cada quien debe vivir las consecuencias de sus malas decisiones. Tu no eres responsable de sus acciones.
No te dan el derecho a opinar o a dar un punto de vista y debes darles la razón en todo.
Claro que tienes un criterio y por supuesto que tienes el derecho a comunicar adecuadamente una opinión, sobre todo si esto te involucra. Levantar la mano es una manera de hacerte presente en tu vida. Ten cuidado, porque puedes acostumbrarte a no ser tomada en cuenta.
No te rindas y siempre levanta la mano para decir lo que piensas.
Aunque las cosas no cambien e incluso no tomen en cuenta tu opinión, el hecho está en que siempre, siempre, siempre, te transmitas el mensaje de que tu palabra vale. De lo contrario podrás sentir la anulación como algo natural y repetir la conducta en otras situaciones de tu vida.
Te sientes la total responsable de mantener a la familia unida y de salvar la relación.
No tomes responsabilidades ajenas, la estabilidad de tu familia es responsabilidad de todos. Si tu quieres salir corriendo, o quieres llevar a cabo tus propios planes, o te prestas a manipulaciones con tal de mantener la unión. Estas cometiendo un grave error.
Cada que te descubras queriendo ser las salvavidas de lo que sea, ponte freno.
Repite mentalmente: Puedo tener una vida propia, puedo querer cosas diferentes, puedo dejar que mi familia se salve sola. Quiero concentrarme en mí y en mi crecimiento. Soy libre y no por ello dejaré de amarlos.
Te sientes cada vez más sola e incomprendida, no te sientes parte del rompecabezas.
Es esa típica sensación de que no encajas, de que estás forzándote para sentirte parte del rompecabezas y que por más que lo intentas, sabes que no perteneces ni a sus ideas, ni a su forma de ver la vida y tampoco empatas con sus metas.
No por formar parte de una familia debes pensar igual que ellos, convéncete de esto.
El problema es que cuando sientes que no perteneces, podrías tener una sensación horrible de culpa. Sin embargo, puedes ser diferente y no significa que esté mal. Concéntrate en desarrollar tu potencial y deja de luchar con tu sistema familiar.
Te contagian de sus miedos e inseguridades al grado de que te vuelves igual.
Tienen un nivel de fatalismo impresionante, todo lo ven por el lado de la negatividad o del peligro. Frases como: “Es muy difícil, no vas a poder bla bla" . te llevaría a perder el gusto por salir, por arriesgarte a hacer algo nuevo o por encontrar el entusiasmo ante lo novedoso.
Contrarresta su vibra negativa encontrando el lado emocionante de las cosas.
Sería terrible que perdieras la capacidad de asombro y te volvieras excesivamente realista y con cierto grado de paranoia. Es cierto que el mundo no va por buen camino, pero no es para que pierdas el entusiasmo por vivir o para que vivas con miedo hasta de respirar.
Te meten en chismes y conspiran en tu contra haciéndote la vida de cuadritos.
Es increíble que siendo familia pasen estas cosas, sin embargo, muchas veces aun en lazos de sangre, puede existir la competencia insana o la envidia mal intencionada. Si notas que te ponen el pie para lo que sea. Mejor di bye bye y evita discusiones. No las necesitas.
Jamás caigas en el juego de la revancha y mucho menos les des el poder de tu vida.
Si buscas revancha o venganza o también haces chismes, estarías gastando una energía muy valiosa que puedes invertir para seguir creciendo en la vida. Mejor aprende a ignorar y continúa cosechando éxitos y logros sin dar explicaciones ni hacer reclamos.