El título de "la segunda esposa" tiene muchas cargas. Incluso, te cuento algo muy interesante que hace poco descubrí en las redes; resulta que existe un grupo en Yahoo bautizado como "El Club de las segundas esposas", que también tiene un círculo de terapia en Facebook. ¿impresionante no crees? Pienso en el estigma que se ha creado alrededor de este rol y en la dificultad de las realidades a las que se ven sometidas, simplemente por ser la segunda parte de una historia. Algo a lo que todos tenemos derecho, pero que al parecer, en algunos casos tiene costos emocionales muy altos. Siempre he pensado ¿porque no decirlo como: "soy la esposa" y ya, sin necesidad de hablar de la primera, la segunda o la tercera? En fin, enamorarte después de un divorcio o enamorarte de un hombre divorciado tiene sus ventajas y sus desventajas. Pero como todo en la vida tiene solución, aprendizajes y madurez, seguro sabrás enfrentarlos si pones atención a estos consejos que te paso para hacerte la vida en pareja mucho más fácil y libre de conflictos que dañen tu autoestima y alteren tu paz interior.
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Si de por sí, la vida en pareja a veces te pone los pelos de punta, cargar con la sombra de la ex, puede convertirse en un terrible dolor de cabeza que, si no sabes manejar de la forma adecuada, podría ser un estorbo en tu relación. A pesar de que los matrimonios anteriores ya no están, ya no existen; podrían existir en tu cabeza o en la cabeza de tu pareja como un punto de referencia que se convierte en un fantasma que determina en gran medida la dinámica de tu relación actual.
Algo que se suma, es la presencia de los hijos y esto se convierte en uno de los desafíos principales a enfrentar, debido al gran coctel de emociones que se da en tu proceso de integración a algo que ya está conformado a través de un lazo muy fuerte en donde tú puedes ser vista como una intrusa y en donde te tomará tiempo sentirte recibida plenamente. Que tu pareja venga de un divorcio, puede resultarle un gran aprendizaje de aquello que ya no quiere, pero también puede dejar cicatrices y por lo tanto las exigencias son mayores.
Reto: Te puede idealizar, ve en ti aquel boleto de felicidad que no pudo conseguir en su primera relación.
Las segundas oportunidades requieren mucho valor, sobre todo porque a veces los miedos son más grandes que las ganas de probar de nuevo. Quizá te enfrentes a una carga extra que te coloca como rescatadora de sus miedos y sus fracasos así que no te lo permitas.
Consejo: No caigas en el gravísimo error de convertirte en la rescatadora de su corazón y de sus expectativas rotas.
Frases como: "Sé que contigo las cosas serán diferentes, tengo toda mi fe puesta en ti, sé que tu no me vas a defraudar", te comprometen a hacerte la única responsable de sus expectativas. Deja en claro desde el principio que tú no eres punto de comparación de nada ni de nadie, que tú eres tú y punto.
Reto: Es posible que a veces te enfrentes a comparaciones, aunque no sean intencionales.
Continúo con lo que compartí en el punto anterior. El hecho de ser la rescatadora, indudablemente terminará en comparaciones como: Ahora sí me siento pleno, ahora sí encontré a alguien que me comprende ¡foco rojo! porque tienes que quitarte de encima ese rol desde YA.
Consejo: No caigas en la falsa sensación de que le ganaste a la ex y entres en una competencia emocional sin sentido.
Aunque no lo creas, estos comentarios pueden generarte una especie de placer inconsciente al sentir que estás siendo mejor que ella. Así que ponte freno de inmediato y no abras camino a una competencia con un fantasma.
Reto: Te puedes sentir rechazada y excluida por sus hijos quienes podrían tratarte como a la madrastra de Blanca Nieves.
La fase de incluirte en su familia, puede resultar un poco difícil al principio. Debes comprender que tú eres quien llega porque ellos ya estaban constituidos como padre e hijos y ya. Ganarte la confianza y el cariño de sus hijos, es algo que te tomará tiempo. Ten paciencia.
Consejo: No entres en una lucha de poderes y no lo tomes personal.
El rechazo no es hacia ti si no hacia la idea de compartir a su papá con alguien más. En ti debe caber la madurez y el entender que es un proceso. No es necesario luchar por un lugar o un espacio que ya tienes en el corazón de tu esposo.
Reto: El miedo de tu pareja a un segundo fracaso no es tu miedo, grábalo muy bien en tu cabeza.
Es un desafío porque no eres tú quien deba despojarlo de sus temores. Si los tiene, es posible que limite la entrega total a la relación y sea muy cauteloso y quizá desconfiado en ocasiones. No caigas en el error de sentir que algo está mal en ti y por ello no se entrega.
Consejo: En este caso lo mejor busquen orientación profesional o un consejero matrimonial.
Frases o pensamientos como: "Entiende, no soy cercano porque tengo miedo de que me vuelva a pasar lo mismo o de que me lastimes", requiere que sea un miedo trabajado de la mano de una consejería en relaciones de pareja.
Reto: Jamás permitas que se establezcan bandos dentro de tu nueva familia.
Cuando comienza la convivencia frecuente con sus hijos, cabe la posibilidad de que la lucha de poderes los lleve a crear bandos en donde los hijos pueden estar en contra tuya o tu esposo puede tener conflictos contigo y tú puedes sentir que en todo les da la razón.
Consejo: Valora las batallas que valen la pena, si lo puedes resolver sola, lo mejor es que no involucres a tu esposo.
Voy a ser reiterativa pero niégate a participar en un juego de lucha de poderes. Si sientes que puedes hablar con sus hijos para hacer pactos, o en determinado caso, ignorar las conductas con las que intentan excluirte, hazlo. Te aseguro que la mala racha va a pasar.
Reto: Aceptar los acuerdos económicos en donde también está involucrada su ex pareja.
Un divorcio con hijos, conlleva muchas veces a la entrega de una pensión alimenticia y de los pagos correspondientes a la educación. Esto implica que su ingreso de dinero es repartido entre sus aportaciones al nuevo matrimonio y las aportaciones a sus hijos. Es una realidad que debes tener muy clara.
Consejo: Evita prestar atención a los detalles numéricos de lo que aporta a sus hijos y deja de alimentar tu sensación de injusticia.
Cuadra los números sólo en función de lo que puede aportar a la relación contigo. Hazte a la idea de que es la única cantidad con la que cuentan. Si haces cuentas de lo que aporta a sus hijos y lo consideras como algo que podría aportar a la relación, no estás asumiendo la decisión de haber elegido un hombre con hijos como tu pareja.
Reto: Lograr que los hijos de tu pareja confíen en ti y que al mismo tiempo te vean como figura de autoridad.
Esto requiere tiempo, sin embargo, debes ser muy determinante con los límites que pones en tu casa. Las normas deben ser respetadas y la comunicación clara y asertiva con ellos será tu única opción.
Consejo: No temas perder puntos para ganarte su cariño, los límites son necesarios.
Te sugiero que cuando pasen tiempo en casa, todos en conjunto (incluyendo a su papá) pongan las normas a seguir, permíteles participar en la propuesta y te sugiero que lo manejes con la palabra “pacto”, de esta manera serás figura de autoridad, pero con un tono muy democrático.
Reto: Comparte con disposición el tiempo y la atención de tu pareja hacia sus hijos.
Es importante que compartas los tiempos de convivencia y estés consciente de que tu esposo deseará pasar momentos con ellos en los que a veces no estarás incluida. De nuevo, no lo tomes como exclusión o rechazo. Es normal que a veces requieran un espacio aparte.
Consejo: Planea actividades para ti, no te quedes en casa, o si lo haces, que sea para consentirte.
Aprovecha sus ausencias para estar contigo y consentirte. Si empiezas a sentirte desplazada y consideras que no te da el tiempo que quisieras, platícalo con él y lleguen a un acuerdo, pero de ninguna manera compitas por su atención.
Reto: No compitas con el fantasma de su ex pareja.
Sé tu misma, recuerda lo que te dije en los puntos anteriores. No es tu labor “no ser o ser como alguien más, tu verdadera labor contigo misma es ser tú misma y sentirte orgullosa de ti y de quién eres.
Consejo: Evita escuchar críticas o juicios hacia su expareja y por supuesto evita hacerlo tú también.
Si en algún momento sus hijos o tu esposo hablan sobre alguna situación relacionada con su ex, mejor retírate disimuladamente de la conversación y evita participar en ella. De esta forma mantendrás un respeto hacia ti misma y pondrás distancia emocional para no involucrarte.
Reto: La madurez de aceptar la idea de que tu esposo seguirá teniendo contacto con la madre de sus hijos.
Es natural que en ocasiones se reúnan o tengan contacto en cuestiones escolares, en asuntos de la crianza o en conversaciones relacionadas a su educación. A veces podrás estar presente y otras no es necesario que estés. Respeta ese espacio que deben tener porque es solo por su rol de padres.
Consejo: Evita dar opiniones que sólo le corresponde tomar a ellos como padres.
Si tu esposo te pregunta con respecto a una decisión que ya fue tomada por él y por la madre de los hijos, lo mejor es que tú te vacunes diciéndole que prefieres omitir opiniones en temas que desconoces y que no te corresponden.