Qué hay detrás de la mala conducta de nuestros hijos y cómo ayudarlos

Cuántas veces te has preguntado desesperadamente: ¿Qué estoy haciendo mal como mamá que no logro que mi hijo me obedezca? Es más, ¿cuántas veces has sentido que ya agotaste todas las opciones posibles como castigarlo, aislarlo, retirarle privilegios para que se porte bien y te das por vencida? Pues te cuento que detrás de todo mal comportamiento hay un niño triste o ansioso. Entonces, nunca olvides que detrás de toda conducta inadecuada, hay una necesidad oculta en la que te está pidiendo algo a gritos.

Otro detallito aún más importante, lo que no se habla, se actúa. Entonces, tal vez deberías enfocarte en lo que está tratando de decirte y las emociones que está tratando de expresarte con esa conducta. No dejes de lado las emociones y no te pongas como única expectativa el que tu hijo obedezca y se porte bien. Es importante poner atención a otros elementos que rodean la mala conducta para así descifrar y sobre todo resolver. Así que toma nota.

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Hay muchos errores que comentemos cuando queremos disciplinar a nuestros hijos, y uno de ellos es el hecho de esperar que se conviertan en robots que nos digan que sí a todo y sigan las instrucciones al pie de la letra. Muchas hemos caído en la desesperación, porque evidentemente esto es imposible. Formar a nuestros hijos no tiene que ver sólo con obediencia e instrucciones, formar a nuestros hijos incluye también el que sepan manejar saludablemente sus emociones. Sí, lo sé, nuestra labor implica una enorme responsabilidad, pero tenemos la gran ventaja del amor que sentimos por ellos y esto es lo que nos ayuda a cambiar la ruta para utilizar mejores estrategias.

Desde sus berrinches, malas contestaciones, desorden eterno hasta su rebeldía son las conductas con las que te tienes que enfrentar y no sabes cómo actuar. Y por supuesto que cuando te sientes fuera de control, pues querrás controlarlo todo. Pero, en lugar de obtener resultados, solo obtienes más frustración. No olvides algo, tú como mamá debes mantener la calma y estar consciente de que algo está pasando en su entorno que le está causando una emoción que no sabe controlar y que se desahoga o comunica con su mala conducta. Así que acá te paso información que te será de mucha utilidad y te simplificará la vida como mamá.

Mensaje: Yo solo estoy haciendo lo mismo que tú haces, así que no me regañes.

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Tu pequeño estaría actuando por imitación y sintiendo que no eres congruente con lo que le pides, por lo que te demuestra su enojo imitando lo que no le gusta de ti. Si tu le pides que toque a tu puerta de la habitación antes de entrar, pero tú no lo haces al entrar a la suya, no estás siendo consistente.

Estrategia: Es muy simple, no pidas a tu pequeño que haga lo que tú no haces.

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Si pedimos respeto, es importante que demos respeto. Es un poco como el dicho que dice que no hagas a otros lo que no te gustaría que te hicieran a ti. Disciplinar a tus pequeños requiere que lo hagas con el ejemplo. Si te equivocas, reconócelo y lleguen a un acuerdo.

Mensaje: Me siento confundido, quiero saber hasta dónde me permites llegar cuando me porto mal.

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Es curioso, pero a veces somos muy permisivas con una conducta y otras veces somos demasiado estrictas ante el mismo comportamiento. Esto significa que la reacció depende de tu estado de ánimo y lo único que obtienes es que tu hijo se confunda y no sepa entender los límites.

Estrategia: Sé consistente, necesitas poner normas y límites claros.

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Es tan frecuente que las mamás enojadas amenacen a los hijos con un castigo que después no hacen cumplir. Tus pequeñitos pensarán que no estás hablando en serio porque al rato se te pasará. Este es un grave error; si pones un límite, haz que se respete.

Mensaje: Mensaje: No confío en mis capacidades, los demás son mejores que yo, yo no puedo lograrlo.

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A veces, tu hijo puede ignorar las instrucciones o lo hace a su modo porque no confía en que puede dar el resultado esperado. No confía en sus capacidades y por lo tanto no se esfuerza por hacerlo adecuadamente. Tu podrías pensar que es flojera y es falta de confianza en sí mismo.

Estrategia: Haz énfasis amoroso y genuino en que confías en él y en sus habilidades.

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Es sumamente importante que lo apoyes con la mirada, con palabras de aliento y sobre todo con frases genuinas de apoyo. Si ves que no está esforzándose lo suficiente, no lo regañes y mucho menos lo menosprecies, al contrario, necesita que le regales fuerza no ansiedad.

Mensaje: Estoy muy triste pero no quiero llorar porque estar triste está mal.

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Estamos tan equivocados cuando etiquetamos a los niños desde una creencia de que ellos deben ser felices y no tienen problemas por que son pequeños y solo juegan, que pasamos por alto otras emociones y las ignoramos totalmente.

No ocultes tu propia tristeza, todos tenemos derecho a sentir, no hay emociones buenas o malas.

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Aunque la intención es la mejor, ocultar la tristeza sólo muestra a nuestros hijos que es una emoción negativa y que sentirla está mal. Recuerda que, si tú aceptas tus emociones como genuinas y te das el permiso de expresarlas, ellos aprenderán que no hay nada malo en sentir.

Mensaje: Estoy muy enojado contigo y por lo tanto quiero hacerte enojar también.

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Cuando tu pequeño es revanchista, se rige bajo el lema: “Te quiero molestar, en la medida que siento que me has molestado a mí”. Es por ello que después de un regaño o después de una restricción, puede buscar la forma de vengarse con una conducta inadecuada para molestarte.

Estrategia: Enséñale a expresar su enojo de forma adecuada.

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El problema no es el enojo como emoción, el problema surge en lo que hace cuando está enojado. Si le permites a tu pequeño expresar su enojo de forma asertiva con mensajes como: "Sé que estás muy enojado y te entiendo", la conducta inadecuada desaparecería poco a poco porque se sentiría comprendido.

Mensaje: No logro que me entiendas cuando hablo y eso me desespera mucho.

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Si tu pequeño tiene un retraso en el lenguaje, es posible que sienta mucha desesperación e impotencia. Podría estar tan enojado que manejaría esta frustración con berrinches terribles. Así que checa junto con tu pediatra cómo está su evolución en el lenguaje.

Estrategia: Practica con tu pequeño ejercicios que estimulen el desarrollo de su lenguaje.

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La estimulación requiere practica continua. Si detectaste un retraso en su lenguaje, es importante que lean cuentos juntos, hagan ejercicios orofaciales, como inflar globos por ejemplo, y que no le descifres los mensajes. Intenta que haga un esfuerzo en la articulación y la pronunciación.

Mensaje: Estoy muy celoso por la llegada de mi nuevo hermanito.

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La sensación de la llegada de un nuevo miembro de la familia puede provocar conductas regresivas en tu pequeño. Se siente desplazado y buscará formas de llamar tu atención siendo desobediente o retrayéndose y en ocasiones incluso agrediéndote físicamente.

Estrategia: Mantén sus rutinas e involúcralo en las actividades que realices con su hermanito.

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Tu pequeño necesita sentirse integrado y sobre todo en un ambiente controlado. Es por eso que no debes mover su rutina del día. De esta forma se sentirá en un terreno conocido. Además, si lo haces parte de actividades que tengan que ver con su hermanito, se sentirá tomado en cuenta e importante.

Mensaje: Siento angustia porque a veces me quieres y a veces no me quieres.

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Cuando tu pequeño no sabe qué esperar de ti, es posible que desarrolle ansiedad y la manifieste en conductas inadecuadas debido a lo que se conoce como apego ambivalente, grita mucho, llora mucho o no obedece. Siente que a veces estás ahí para él emocionalmente y a veces te siente desconectada.

Estrategia: No te desconectes emocionalmente de tu pequeño y sé consistente en las expresiones de amor.

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Es posible que no te hayas dado cuenta y te estés ausentando emocionalmente de tu pequeño. Puede ser por que estás muy estresada o porque estás viviendo momentos de cambios muy abruptos en tu vida que repercuten en el contacto con tu pequeño. Proporciónale la seguridad que necesita.

Mensaje: Me siento muy incómodo con los ruidos, con la luz y los estímulos de alrededor.

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Quizá tu pequeño sea muy sensible sensorialmente y todo lo que implique ruido excesivo, contacto físico extremo o quizá a la luz excesiva, pueden provocarle irritabilidad y por lo tanto lo manifiesta con berrinches porque no sabe decirte lo incómodo que se siente.

Estrategia: Se comprensiva y empática ante su alta sensibilidad y hazle saber que lo entiendes.

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Si tú regañas a tu pequeño porque sus sentidos están muy despiertos, es como negar su naturaleza. No lo obligues ni lo sometas a cosas que para él son intolerables. Quizá tú creas que él está exagerando, pero en realidad son sensaciones que lo incomodan mucho.

Mensaje: No quiero que pelees con papá por eso mejor pelea conmigo.

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No es algo que tu pequeño haga de manera consciente, pero si está percibiendo problemas en casa, intentará desviar tu atención para que papá y tú dejen de discutir. Puede tener conductas que antes no tenía, como portarse mal en la escuela o incluso también podría presentar enuresis (orinarse en la cama).

Estrategia: No resuelvas problemas de pareja frente al niño y jamás lo involucres.

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No sabes el daño tan terrible que le harías si lo haces partícipe directo o indirecto de los conflictos con su papá. La relación de pareja es algo que debe manejarse aparte. Si lo haces frente al niño, corres el riesgo de que se sienta culpable e intente hacerse cargo de forma inconsciente.