Dicen que aprender a comer es aprender a ser feliz. Y nada más cierto porque de acuerdo a la ciencia, ahora no sólo debemos cuidar nuestra alimentación por salud física, sino que también debemos cuidarla porque está comprobadísimo que, de no hacerlo, la salud mental está en juego. Pon atención porque si te estás sintiendo deprimida o con falta de ánimo, quizá deberías revisar lo que estás echando a tu estómago todos los días. Darle gusto al paladar no siempre es benéfico. Sin embargo, ¿estás dispuesta a decirle adiós a esa falta de ganas que tienes durante el día? Si tú respuesta es sí, tendrás que dejar de comer estos alimentos que aquí te menciono y comenzar a sustituirlos por alimentos más sanos y no menos deliciosos.
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Por si no lo sabías, la depresión es considerada la enfermedad del siglo XXI, y por supuesto es muy incapacitante. Tu buen estado de ánimo es imprescindible para que puedas estar activa y motivada durante el día. La tristeza y la apatía o en el peor de los casos, la depresión, frenarían de lleno tus actividades. Sobre todo, perderías la capacidad de disfrutarlas. Eso de vivir con el piloto automático y con la pila baja es terrible.
El problema con la comida que deprime es que genera cierta adicción en tu cerebro y es por eso que a veces parece imposible dejarla. En este caso, requieres de mucha fuerza de voluntad y de un nutricionista que pueda decirte paso a paso qué necesitas para estar saludable. Sabemos que acá no cabe la comida chatarra, pero te aseguro que cuando comiences un balance alimenticio, notarás enormemente la diferencia en tu estado de ánimo. ¡Inténtalo que nada pierdes!
Deja los endulzantes artificiales, pueden producir efectos asociados a la depresión.
Sí, lo sé, lo primero que viene a tu mente es que son favorables para evitar la obesidad. Sin embargo, aunque suene paradójico, pueden ayudarte a mantenerte delgada pero no saludable. Esto es porque se ha demostrado que aumentan el riesgo de depresión en un 30%.
Es mejor que acudas a los sustitutos de azúcar natural.
Miel, piloncillo, azúcar de coco… Si puedes endulzar un poco tu paladar con alternativas mucho más sanas y además regaladas por la naturaleza, úsalas. El azúcar no es opción porque es adictiva, pero según las investigaciones, tampoco es mejor opción un sustituto artificial.
Tendrás que disminuir la cantidad de postres que te comes en la semana.
Sé que los postres son de lo mejor que existe para consentirte después de la comida. Sin embargo, debes estar consciente de que la mayoría tienen una cantidad exorbitante de azúcar y está comprobado que causa serios trastornos en tu organismo, entre ellos, la depresión.
Aunque no lo creas, la manzana o los arándanos son excelentes opciones.
No sufras y date la oportunidad de probar más opciones. En el caso de las frutas y los frutos secos, su azúcar natural te mantendrá con energía y te evitará la tentación de consumir postres que dañan tu salud.
Las bebidas gaseosas y los trastornos de ánimo son íntimos amigos.
Hay estudios que confirman que las bebidas gaseosas azucaradas, incluyendo las bebidas dietéticas, aumentan la probabilidad de depresión. Incluso, en estas investigaciones se sugiere ingerir café sin azúcar como un antídoto de los efectos de depresión causados por el refresco.
Si te gusta la sensación gaseosa, puedes tomar agua mineral de manantial con un toque de gas.
Ojo que no te estoy hablando de agua natural gasificada; en realidad te estoy hablando del agua mineral que proviene de la naturaleza. Además de que es ideal para que te hidrates, también favorece tu digestión y te da la sensación de gas en tu garganta. Puedes engañar a tu cerebro.
Por muy prácticos que sean, olvídate de consumir alimentos congelados.
El problema con este tipo de alimentos es que contienen las conocidas grasas transgénicas que tienen muchísimos efectos negativos en tu organismo. Entre ellos, puede aumentar el riesgo de depresión.
Las ensaladas o tostadas de salmón, sardinas, atún y las verduras verdes son antidepresivas.
Te propongo que intentes introducir este tipo de alimentos al menos tres días de tu semana y verás cómo comenzarás a ser más feliz. Consume verduras que tengan ácido fólico y vitamina B12, que son excelentes antidepresivos.
Debes disminuir el consumo de lácteos altos en grasa.
No se trata de dejar por completo la leche de vaca o los quesos, sino de disminuirlos de tu dieta. El problema es que sus grasas saturadas pueden aumentar los niveles de ansiedad que después pueden transformarse en trastornos de ánimo.
Puedes consumir leche de almendras, de coco o leche desnatada.
Está comprobado que la leche de almendras aumenta el buen ánimo. Y hay estudios que demuestran que el consumo de leche desnatada o baja en grasa puede reducir considerablemente la depresión.
Evita consumir alcohol cuando experimentes ansiedad o tristeza.
El alcohol altera sobremanera tu sistema nervioso. Si estás atravesando cualquier situación y tu estado de ánimo no es favorable, lo mejor es que no recurras a esta solución para sentirte bien. Esto puede desencadenarte un trastorno del estado de ánimo.
Prepárate infusiones de hierbas medicinales contra la depresión.
Una de las hierbas medicinales más eficaces contra los trastornos de estados de ánimo es la valeriana. Puedes prepararte un té y tomarlo 3 veces al día hasta que te sientas mejor.
Deja la crema de avellanas comercial, contiene neurotoxinas que alteran el sistema nervioso.
No es mi intención crear mala fama a ningún producto. Sólo quisiera que estuvieras consciente de los componentes que muchas veces son veneno para tu cerebro. Los ingredientes están resumidos en exceso de azúcar y vainilla artificial.
Ocasionalmente come chocolate oscuro y encenderás tu estado de ánimo.
Además de delicioso, el chocolate que contenga un alto porcentaje de cacao es un valioso remedio en el tratamiento para la ansiedad y los trastornos del estado de ánimo. Esto es porque contiene triptófano, que es un aminoácido necesario para prevenir la depresión.
Olvídate del pan blanco, el pan dulce y las tortillas de harina, que son puro almidón.
El procesamiento de las harinas refinadas hace que se conviertan en un alimento más tóxico que nutritivo. Se quedan con muy pocas vitaminas, casi nada de fibra y sin minerales. Entonces, hacen que tu cerebro carezca de lo necesario para tener un buen estado de ánimo.
Consume alimentos integrales, el sabor cambia, pero con el tiempo te acostumbras a disfrutarlo.
Además de que te evitarás problemas de estreñimiento, te ayudará a bajar de peso y disminuirás el riesgo de padecer cáncer de colon. También lograrás mantener saludable tu cerebro. Si consumes fibra de salvado ayudarás a tus intestinos a estar en perfectas condiciones y esto evitará la depresión.
Evita todo lo que sea frito.
Sabes que la comida chatarra afecta tu salud. No es novedad que este tipo de alimento en su mayoría está frito con aceites requemados, que tienen terribles efectos en tu aparato digestivo y en tu cerebro. De nuevo te digo que hoy hay estudios que lo demuestran.
Puedes preparar una deliciosa baguette de pan integral y complementarla con repollo.
El repollo es un alimento rico en vitamina C y ácido fólico. Es el acompañante perfecto de tus comidas, ya que tiene la combinación perfecta que tu cerebro necesita para estar saludable y fuera de riesgo de sufrir depresión.
Evita los cereales refinados por muy nutritivos que creas que sean.
Los cereales refinados no te aportan nada puesto que son comida procesada saturada de azúcar y colorantes. El punto es que todo procesamiento en los alimentos aumenta el riesgo de contraer depresión hasta en un 58%. Puede ser muy delicioso, pero no es saludable.
Consume avena, cereales integrales y granos y acompáñalos con un poco de manzana.
La quinoa y el amaranto son muy nutritivos y deliciosos si los combinas con fruta y miel. Además, si consumes avena con manzana, también tendrás resultados favorecedores para tu organismo. Lo importante es que sustituyas los cereales procesados por los que verdaderamente te nutran.