No sabes lo sorprendida que me quedé al leer un artículo que afirmaba que en Oriente Medio es imposible imaginar a un empresario con falda. Y me sentí más sorprendida, cuando vi el testimonio de la directora general de una empresa de consultoría, quien describe como tiene que acudir a estrategias al decir que llama de parte de su hermano haciéndolo pasar por director regional, para que la tomen en serio. Definitivamente hay contextos que son muy difíciles para que una mujer pueda destacar. Así que si estás harta de sentir que no puedes, que lo que quieres está muy lejos de alcanzar, o que jamás podrías cumplir tus sueños, esta nota es para ti.
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Más allá de la sociedad o la educación, no hay peor enemigo que las ideas que tienes sobre ti y tus capacidades cuando permites que la educación machista tenga efectos radicales en tu vida. Más, cuando llegas al grado de dudar de tu potencial e incluso de renunciar a tus sueños.
Cuestiona las imposiciones, te aseguro que mujeres como Galia Moss (primera mujer latinoamericana que cruzó el atlántico en solitario) o Habiba Sarabi (directora ejecutiva para asuntos de la mujer en Afganistán) Jamás vieron a la sociedad machista como un impedimento para lograr sus sueños.
No alcanzan el éxito para probarle nada a nadie ni para demostrar superioridad.
No lo convierten en una competencia, su objetivo no es el reconocimiento o el aplauso. Se enfocan en una meta que las llene, que las haga sentir plenas. Por lo tanto, les es fácil repartir el pastel ante sus logros, reconociendo a su equipo.
No se rinden ante las provocaciones que llevan la clara intención de que llegue a la renuncia.
Las críticas y la presión social pueden ser el pan de cada día, y si te permites caer en la trampa buscando aprobación o aceptación de otros, corres el riesgo de renunciar a tus sueños. Así que mantente firme y no dejes lo más por lo menos.
No se preocupa por el qué dirán y le enorgullece allanar el camino para otras.
A pesar de que picar piedra representa un mayor esfuerzo para abrir el camino, no viven este trayecto con suplicio y victimismo. Al contrario, el orgullo que sienten por su fuerza y la perseverancia para alcanzar su meta, las enfocan en todo, menos en el “qué dirán”.
Jamás se siente culpable al tomar decisiones que rompan cualquier esquema establecido en los roles.
Se atreve, se arriesga, cuestiona los roles establecidos para mujeres y para hombres. Se deja llevar por su potencial y su creatividad. No permite que algún sentimiento de culpa por hacer cosas diferentes se apodere de ella.
Esta convencida de que puede ser el mejor ejemplo para sus hijos.
Si ha roto esquemas establecidos y ha atravesado las barreras culturales, por supuesto que quiere dejar otra visión a sus hijos basada en la igualdad. Busca que aprendan que, si perseveran y confían en ellos mismos, pueden lograr todos sus propósitos sin que ésto esté limitado por su género.
No teme pedir ayuda, si sabe que algo se sale de control o de su conocimiento.
No se cree una sabelotodo, tiene la humildad suficiente para reconocer sus propios límites y cuando necesita ayuda la busca. No necesita tener actitudes de soberbia para sentirse una triunfadora, al contrario, entre más genuina se muestra, más éxitos llegan a su vida.
Lucha contra las falsas ideas y estereotipos absurdos que se tienen hacia una mujer.
Desde el hecho de ganar menos que lo que ganaría un hombre en el mismo puesto, hasta el hecho de lidiar con comentarios que la tachan de emocional (por ser mujer). Son estereotipos que la colocan en un estado vulnerable ante el cual no se permite flaquear.
No se traga la idea de que las mujeres son el sexo débil.
El éxito no es un tema de fuerza bruta. El secreto está en comprender que la fuerza se encuentra en la creatividad y la capacidad de adaptarse a los cambios de la vida y en trabajo en equipo.
Busca dar lo mejor de sí misma y aportar algo al mundo.
No le importa ser conocida por todo el mundo, lo que le interesa es hacer las cosas de manera genuina e incondicional, aportando lo mejor de sí misma y buscando poner un granito de arena para mejorar el mundo en el que vivimos.
