Pablo Escobar, que en los 80 y parte de los 90 fue un temido narcotraficante y cabecilla del cártel de Medellín, en Colombia, invirtió en lujosas mansiones en varios puntos en Latinoamérica, y una de las más impresionantes, en Tulum, México, fue renovada y convertida en un lujosísimo hotel a la orilla del mar. A continuación te mostramos algunas de las mejores imágenes de cómo ha quedado hoy en día este paradisiaco resort.
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Aunque el hotel no menciona en ningún momento su pasado, esta era una de las guaridas preferidas de quien fuera uno de los narcotraficantes más buscados por las autoridades durante casi dos décadas. El exotismo del lugar y los refinados detalles en la decoración te transportan a un tiempo en el que puedes llegar a imaginar a El Patrón caminando por la propiedad y mandando a todo su staff mientras dirigía sus grandes operaciones delictivas.
Pero si el hecho de formar parte de un set de película de gángster no te atrae en lo más mínimo, entonces al menos déjate llevar por la belleza salvaje del lugar. Un hotel imponente en un paraíso idílico para disfrutar con tu pareja. Aquí tienes las fotos de este pedazo del cielo en la tierra.
Imágenes vía Casa Malca/Mezcalent
La entrada del hotel ya anuncia algo grande.
Si este portón no te corta la respiración deberías ir corriendo a ver un médico.
La decoración es rústica con toques muy extravagantes.
Un sofá gigante, cortinas moradas, colores chillones en las paredes… todo está decorado de manera exquisita, pero muchos de los detalles esconden un secreto, aquí vivió alguna vez un estridente narcotraficante.
Las habitaciones realmente atrapan con su espectacular diseño.
Pueden llegar a costar 600 dólares la noche, por lo tanto cuentan con todas las facilidades para que no tengas que salir de ellas para nada.
El diseño de los baños es singular e impactante.
Los nuevos dueños han cuidado hasta el último detalle en la decoración de la propiedad.
Y las vistas desde la terraza son insuperables.
Un buen libro, un café, y no hay mejor manera de aprovechar la mañana que sentado en tu hamaca disfrutando de esta magnífica vista.
La arena y el mar de Tulum son el contrapunto perfecto para este precioso hotel.
Tumbarse a descansar en esta playa es sin duda lo más cerca que podrás estar del paraíso… hasta que vuelvas a tu habitación en el hotel.
Si eres más de piscina que de playa, aquí tienes la llave de la felicidad.
Tras un duro día de bronceados en la playa, nada mejor que un buen chapuzón y un poco de natación en esta espectacular piscina.
Relajate con los pies sobre la mesa y una buena margarita.
Una bebida a media tarde mientras lees un libro o revisas tus e-mails en este precioso lobby de la antigua guarida de Pablo Escobar.
El resort respeta el medio ambiante 100%.
Como un gran número de los resorts de la zona, Casa Malca es ecofriendly con lo que el ahorro de energía en cada rincón de la propiedad es el primer objetivo.
Un lugar único para dejar correr el tiempo.
Nada mejor que tumbarse a la brisa del mar Caribe y dejar pasar las horas sin ninguna procupación.
El enclave en la jungla de Tulum es de película.
Muchos viajeros no disfrutan de unas vacaciones en un resort privado porque no se sienten en contacto con la naturaleza. En la antigua mansión de Pablo Escobar esto no es un problema.
La propiedad cuenta con 24 habitaciones, cada cual más lujosa que la anterior.
Las estancias de la antigua mansión de Pablo Escobar están diseñadas para guardar la intimidad de los huéspedes.
La suites tienen amplios espacios para disfrutar como si estuvieras en tu casa.
Por $600 la noche tienes mucho más que una cama y un cuarto de baño. Las habitaciones te sorprenderán, no solo por lo bien decoradas que están, sino porque algunas quizás sean más grandes que tu casa.
Los aficionados al arte disfrutarán su estadía en el hotel.
Por más que en los últimos años se ha indagado en la vida de Pablo Escobar, poco se sabe todavía de su intimidad y gustos. Por ejemplo, no está claro si prefería coleccionar piezas de arte. Lo que sí está claro es que a los nuevos dueños de su casa les encanta, de ahí que haya grandes piezas por toda la propiedad.
Diseño funcional y decoración minimalista para ayudar a serenar el espíritu.
El diseño de la casa de Pablo Escobar se hizo con la idea de que fluyera con la naturaleza. La casa está de esta manera siempre aireada, y la decoración minimalista de las habitaciones ayuda a traer una sensación de gran calma a sus huéspedes.
Nada puede ser más respetuoso con el medio ambiente que está ducha.
Cuando el respeto por el planeta y el buen ojo para el diseño se juntan, surgen grandes ideas como esta impresionante ducha.
Un verdadera aventura culinaria también puede ser disfrutada en la casa de El Patrón.
A Pablo Escobar le gustaba hacer grandes fiestas en sus fincas, con todo tipo de comida internacional y mucho alcohol. Por lo tanto, el hotel que se ha erigido en su antigua morada no podía ser menos y cuenta con una cocina de premio gastronómico.
Un rico y saludable snack mientras te bronceas es una gran idea.
Si la cocina del hotel es una de las mejores de la zona, imagínate disfrutar de ese manjar en la arena mientras te relajas y te bronceas.
Todos los alimentos son frescos y sanos, pues el chef tiene el bienestar de los comensales muy en mente.
La propiedad tiene dos restaurantes Filosofía y Ambrosia. En ambos encontraras los mejores platos de la cocina de Yucatán, con una mezcla de sabores internacionales, pero siempre trabajando con los alimentos de mayor calidad.
Para pasar una agradable tarde, nada mejor que unos tragos compartiendo con el resto de huéspedes.
El bar es el centro de operaciones del hotel. Aquí se reunen a charlar los huéspedes y pueden disfrutar de los mejores cócteles hasta altas horas de la noche.
