Hoy en día es frecuente escuchar a madres, en mis consultas, diciendo cosas como: "A los chicos de ahora ya no se les puede decir nada, son demasiado sensibles a la crítica" o "Los adolescentes de hoy en día están muy sobreprotegidos y no quieren enfrentarse a la vida". Esto siempre pasa, cada época traerá sus transformaciones y críticas. Sucedió con el boom del Rock&Roll en los años 50, cuando llegó la moda de la minifalda o cuando la mujer pudo votar por primera vez. La resistencia al cambio es inevitable y las viejas generaciones intentarán defender lo que para ellos era funcional. Sin embargo, la "generación de cristal" tiene algo muy peculiar y que marca una gran diferencia, como leerás más adelante en esta nota que te comparto.
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Las nuevas generaciones, en especial la llamada "Generación de cristal o Snowflake, quienes actualmente están entre los 11 y 21 años, han sido etiquetados de frágiles, sensibles y muy impacientes. El punto es que, como todo, lo mejor siempre será el equilibrio e irse a los extremos y ver solo el lado malo o ver solo el lado bueno, impide tener la objetividad necesaria para establecer modelos de educación adecuados a la época actual y también a las necesidades individuales de los chicos que estamos criando. Por ello, aquí te cuento las ventajas y desventajas que les ha tocado vivir a la llamada "generación de cristal".