Cuando estamos a apenas días de que nazca el nuevo royal baby, el primogénito del príncipe Harry y Meghan Markle, la futura mamá vuelve estar en el ojo del huracán. La exactriz de Hollywood se ha gastado, según han calculado varios medios, cerca de 600,000 euros en ropa premamá desde que quedara en estado, lo que ha hecho saltar las alarms en la casa real británica.
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La duquesa de Sussex ya ha estado en boca de todos en el pasado por su tendencia a romper el estricto protocolo de la casa de Windsor, pero en esta ocasión su gusto por la alta costura parece estar enojando a la familia real.
Y es que, en su lugar, Kate Middleton se gastó casi siete veces menos cuando estaba embarazada de su primer bebé, y en general, les gusta bastante al príncipe Carlos y a la reina Isabel que Kate sepa reciclar sus looks mucho más que la despilfarradora Meghan.