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10 Razones por las que nuestros hijos mienten y cómo evitar que lo sigan haciendo

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Antes que nada, es importante que sepas que si tus pequeños tienen entre tres y cinco añitos, están totalmente dirigidos por la fantasía y podríamos considerar normal el hecho de que te digan una que otra mentirita debido a su vasta imaginación. Es decir, no te mienten a propósito, en realidad es parte de su desarrollo. Por otro lado, si tu pequeño sigue mintiendo después de los siete años cuando ya distingue lo cierto de lo falso, estamos hablando de un mal hábito que es necesario reorientar. Parte de nuestra labor como padres es formar a nuestros pequeños en la honestidad y el respeto. Sin embargo, es mejor comprender los motivos principales que los llevan a mentir, y después utilizar estrategias adecuadas para evitarlo. Aunque desde ya te adelanto que el castigo nunca te va a funcionar. Así que cuando te hablo de estrategias, te estoy hablando de incentivos que los guíen a preferir decir la verdad. Quiero proponerte formas distintas a las acostumbradas con las que te aseguro que tendrás mucho más éxito en tu labor formativa.

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Cuando tu hijo distorsiona la realidad, lo hace con el objetivo de manipular la situación a su favor y los motivos pueden ser múltiples; desde miedos hasta incapacidad de afrontar consecuencias, o incluso por imitación. Lo importante de que conozcas la causa, es que te ayudará a comprender mucho mejor sus emociones y a conocer sus temores más profundos. Se trata de ayudarlo, no de juzgarlo. Así que educarlo en valores como la honestidad, requiere mucha más comprensión y corazón de tu parte.

La primera regla es que para que tu hijo aprenda a decir la verdad, necesita sentirse en un espacio de confianza, de tranquilidad y de empatía. Esa labor requiere mucha paciencia por lo que necesitas fomentar un entorno relajado que lo ayude a entender que mentir o falsear información puede generarle más problemas que beneficios. No basta con hablar con él o regañarlo por lo mal que está mentir, en realidad hay que guiarlo poco a poco a medir los efectos de una mentira para que por propia elección decida no hacerlo.

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