Detrás de la gran mayoría de los astros del fútbol hay una madre dedicada que impulsó a su hijo a ir detrás de un balón, que lo llevó a sus entrenamientos, que le compró su primer par de botines, que lavó sus uniformes y, lo más importante, que estuvo en las tribunas gritando "¡goooooooooooooooool!", desde el primer partido. Madres como la de Cristiano Ronaldo, que ha visto a su hijo convertirse en todo un campeón mundial, se merecen también una copa de oro por su empeño.
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Jugadores de fútbol, como el mexicano Javier Chicharito Hernández o el peruano Paolo Guerrero no han dudado ni un solo minuto en agradecer a sus madres por todo el apoyo publicamente.
Y aunque muchos de ellos han formado su propia familia, como tal es el caso de Ronaldo, siguen teniendo a sus mamás cerca de ellos y muy presentes en sus vidas. Después de todo, han sido y serán sus incansables entrenadoras de vida.
Te invito a que las conozcas.