La parte más linda de Halloween es ver a los niños disfrazados. Para mí, al menos, mientras más pequeño el niño, mayor es mi derretimiento. El otro momento maravilloso es verles los ojitos cuando se ponen el disfraz de su personaje favorito. De la radio, la televisión, del cine, de un libro. No importa. El proceso de convertir a esas figuras fantasiosas a personajes de la vida real y verse ellos como parte de la historia les causa una gran ilusión, así que ¿por qué no hacerlos felices en esta Noche de Brujas? No sabes las bellezas que hay por ahí.
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Mis hijos estaban empeñados en disfrazarse como zombies y casi cedo a la idea, aunque no me convencía demasiado, porque hacer ese tipo de disfraz es realmente muy fácil, pero cuando me puse a buscar ideas por Internet me encontré con cosas tan maravillosas, que nos vamos a vestir todos en la familia del mismo tema. ¿Adivinas cuál? Pues sí, de El Chavo del Ocho.
Mira los disfraces más lindos que encontré: