Dayanara Torres parece haber encontrado la fuente de la eterna juventud. Es una mujer eternamente bella y por algo se alzó con la corona de Miss Universo hace ya más de dos décadas. Pero aunque sigan pasando los años, nuestra querida modelo puertorriqueña luce más hermosa y jovial que nunca. Que tiene una genética envidiable, nadie puede ponerlo en duda, pero lo que la hace más bella son su hermosa sonrisa, su fortaleza y positivismo.
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Desde que Dayanara puso fin a su matrimonio con Marc Anthony en el 2004, no la habíamos visto sonreír tanto, y es que hasta hace bien poquito no había tenido ojos para otro hombre que no fueran sus dos hijos. Una mujer de armas tomar que nos inspira por sus éxitos profesionales sin descuidar su faceta como mamá, y que libró una ardua batalla con el cáncer de piel de la que salió victoriosa.
Mucho ha llovido desde la jovencita que ganó Miss Universo en 1993. Ya no es la misma porque en estos 25 años vivió su cuento de hadas que terminó en fracaso, tuvo dos embarazos, sacó un disco, se atrevió con el cine y nos deleitó en Mira Quien Baila. Pero si en algo no ha cambiado es esa belleza tan suya por la que no pasa el tiempo. Repasemos su historia.