Camila Cabello con tan solo 20 años de edad marcó un momento histórico para el legado que las entregas de los Grammy tendrán en el futuro de esta nación, pues alzó su voz para defender a los DREAMers dejando a millones con lágrimas en los ojos.
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La joven intérprete de "Havana" tomó el micrófono para hacer la transición entre el momento en el que las mujeres se unieron a Kesha en una oración colectiva a través de "Prayer" para exigir respeto al género femenino en la industria a una poderosa interpretación por parte de la banda U2 con la imagen de la Estatua de la Libertad de fondo. Y lo hizo con toda la gracia, inteligencia y empatía que solo una voz como la de ella podía lograr.
Un momento que jamás olvidaremos…