Todas queremos estar en casa y sentirnos en nuestro lugar de refugio, de resguardo, en ese lugar seguro en donde la familia entera respire paz. Un espacio en donde todos se sientan ligeros, tranquilos y sobretodo protegidos. Para que esto pase, es necesario comprender que nuestro hogar tiene energía propia. Es como un ser aparte que tiene una personalidad única que está conformada por la energía que circunda alrededor, una energía que también comunica y que todas conocemos como la famosa "buena vibra o mala vibra". Para que el hogar esté libre de malas energías, los expertos en la filosofía oriental conocida como feng shui hacen algunas recomendaciones importantes que pueden ser de gran ayuda. Más allá de si crees o no en la energía, son consejos que te ayudan a mantener el orden externo para cuidar también de tu orden interno. Además, a través de pequeños cambios en casa pueden darte sensación de libertad y de acogimiento necesarios para la paz interior. Es por ello que aquí te comparto algunos.
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Hablar de una casa sana es hablar de un ambiente sano y una de las filosofías más importantes del feng shui es el equilibrio y la armonía. En este caso, si la buena energía en casa es insuficiente o negativa, puede tener efectos en nuestra armonía y equilibrio interno, afectando el estado de ánimo, las sensaciones, emociones e incluso en la motivación. Aunque, también puede ser de manera inversa y ser las emociones internas quienes tengan impactada la energía del hogar.
Para esta filosofía que se rige por los ciclos de la naturaleza y la energía del universo a la cual llaman "Qi o Chi", todo lo que está dentro del hogar debe tener un ritmo y un orden que permita el flujo natural de la energía. Es una forma de quitar los obstáculos y facilitar a esa energía universal su libre tránsito para despertar el potencial en ti. Los efectos son magníficos y se ven reflejados en la paz interior que puedes encontrar, así que si sanas tu hogar, sanas también tu interior y si sanas tu interior, también sanas tu hogar.