Con el regreso a clases empieza el drama de las tareas. Si tus hijos son como la mayoría, para aplazar el temido momento de hacer frente a los pedidos de los maestros, te van a decir que no encuentran nada de lo que necesitan para hacerlas. Por eso, y para evitar que tu cocina o comedor se convierta en una selva de libros, cuadernos, lápices y esos temidos marcadores, lo mejor es designar un espacio en la casa para hacer los deberes escolares. Aunque vivas en un espacio muy pequeño, te va a ayudar mucho tener un rinconcito especial con ese fin.
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No te estreses pensando en los hermosos espacios que ves en las revistas o fotos de las casas de famosos, en las que se ven salas blancas con muebles coloridos y niños limpiecitos, bien peinados, y sonrientes. Estamos claras que esa no es la realidad de nadie, menos la nuestra. Pero sí tómate un rato para analizar qué actividades tienen que realizar tus niños.
Tampoco te enloquezcas yendo a comprar de todo. Una vez tengas idea de lo que quieres hacer y el área disponible, mira otros espacios de tu casa a ver qué puedes mover de lugar. Otro consejo es que incluyas a tus niños en este proyecto. Se van a emocionar con su lugar para hacer las tareas si incorporas algunas de sus sugerencias. ¡Manos a la obra!