Aunque es la parte de la casa que sólo ve la familia, no hay cosa más frustrante que entrar en la recámara en la noche para dormir y encontrar todo patas arriba. Nadie descansa realmente bien si ese espacio está desórdenado. Pero me llevó un buen tiempo antes de encontrar un sistema que me permitiera tener el cuarto bajo control.
Para lograr que las habitaciones estén en buen estado, hasta las de los niños, lo más importante es que haya un espacio designado para cada cosa. Cuando no es claro dónde va la ropa sucia, los juguetes, los zapatos, la ropa de cama, pues se complica mucho más la posibilidad de guardarla automáticamente.
Aunque por naturaleza las mamás siempre nos ocupamos primero de nuestros niños, el primer dormitorio que debes arreglar es el tuyo. No sólo porque cuando uno es pequeño y está cansado cae en cualquier parte, sino porque para que una lección o un valor se instale en nuestros chiquitos el ejemplo es lo más importante.
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Si tú tienes una recámara impecable, créeme que vas a tener menos resistencia a que ellos cuiden de las suyas. Otro consejo de mamá ya mayor: no hagas todo por ellos. Mis hijos están ayudando a recoger sus cosas desde que tienen año y medio. ¡Funciona! El chiquito creo que es prolijo por naturaleza, pero mi niño grande nació desórdenado como yo, y a sus 10 años hace un esfuerzo, sin que haya que recordarle, por tener su espacio en buen estado antes de ir a dormir.
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Lo mejor de todo, es que estos consejos no te van a costar ni un centavo, a menos que quieras invertir un poco en productos que te ayuden con la organización, pero aún así, todo puede hacerse con cosas que venden en las tiendas de a un dólar.
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