Tengo un vicio que me roba dinero y espacio, que provoca peleas con mi marido y las burlas de mis hijos. Estoy adicta a los zapatos. Mi familia dice que los cuido más que a ellos y mi closet a menudo se desborda de tantos que tengo, pero no lo puedo evitar. Me encantan. Los tacones, los chatos, las sandalias, las botas, los botines… Los amo todos. Pero como tanto el presupuesto como el espacio son limitados, pues siempre ando buscando ideas de cómo cuidarlos y guardarlos. Aquí te paso algunas de las más ingeniosas que he descubierto en la Internet y que me han ayudado bastante.
Lee más en ¿Qué más?: Trucos caseros: 5 formas de agrandar esos zapatos que te aprietan mucho
Los zapatos bajitos no ocupan demasiado espacio, ni se deforman mucho. Los tacones más o menos. Con esos lo más difícil es que no se rayen. Odio cuando se me daña la piel del tacón mismo. Pero las que más me hacen sufrir son las botas y ya sé que cuando se acabe este invierno infernal, voy a sufrir otra vez a la hora de encontrarle espacio a los tres pares nuevos que me compré en esta temporada. Odio que se me deformen.
Sin embargo, el cuidado de nuestro calzado es algo que, como la mayoría de las cosas, no requiere tanto dinero si tenemos algo de ingenio y eso es lo que sobra en blogs de mamás y redes sociales como Pinterest. Fíjate en las mejores ideas que he encontrado.
Eso sí, sea como sea que decidas organizar los tesoros que te pones en los pies, acuérdate de que tienes que protegerlos de la humedad y, en el caso de los de cuero, mantener los aceites de la piel, con un buen tratamiento para ellos.
Imagen vía Thinkstock